Casi todos los veranos me planteo
seriamente el hacer una canción del verano. Creo que tras años de estudio he
llegado a tener controlados los parámetros que me asegurarían el éxito. El
ritmo es lo de menos, todas tienen el mismo… Lo importante es decir frases con
estereotipos machistas sin mucho sentido. Es más, ni siquiera hay que conectar
las frases… son válidas onomatopeyas sin sentido y algún que otro “tu si que
sabe nena”, “sé lo que le gusta a tu cuelpo”, “tu cuelpo calentito por el
sol….”
Cómo molo... |
La clave está en el
vídeo… En una playa o un yate… Yo tendría que llevar una camisa desabrochada
con alguna cadena chula y me pintaría algo a modo de tatuaje mientras hago
gestos a modo de mira que chulo soy
cuidadito conmigo. En mi caso el yate se suprimiría por temas
presupuestarios, pero ya nos escaparíamos un finde a alguna payita
mediterránea.
Y digo nos escaparíamos porque tendría que hacer el vídeo con unas cuantas
amigas. Su labor es fundamental. Tienen que aparecer en el vídeo en bikini
moviéndose sin sentido como si tuvieran ataques epilépticos. Así, mientras yo
canto poniendo cara de cabreado como si le fuera a pegar al cámara, ellas
tendrían que menearse de manera absurda como si hubieran descubierto su cuerpo
por primera vez y quisieran asegurarse de las medidas.